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NOMBRE:SONIC YOUTH etc.: SENSATIONAL FIX
FECHAS: 3 de Febrero del 2010 al 2 de Mayo del 2010
COMISARIO: Roland Groenenboom
OBRAS: cerca de 400 obras
La exposición Sonic Youth etc.: SENSATIONAL FIX que se encuentra en el Centro de Arte Dos de Mayo en Móstoles se centra en las diferentes actividades que han desarrollado los componentes del grupo de guitarras Sonic Youth desde que se fundo en 1981. Sus componentes además de musicos han desarrollado sus facetas como artistas plásticos de forma individual o en grupo. Esta exposición muestra las colaboraciones de la banda con artistas visuales, realizadores, diseñadores y músicos así como una selección de obras escogidas por el grupo.
Llegamos andando al museo ubicado en la calle Constitución de Móstoles, en pleno centro. Una calle bien comunicada y que el día de la inauguaración vió a más modernos de los que se ven en Madrid cada fin de semana. Hoy podemos ver en la antesala una pantalla con el momento de la inaugiración de la exposición. Después desde que ponemos el pie en la exposición podemos ver muestras, empezando por los baules en los que los músicos transportan sus instrumentos.
La exposición comienza con una selección de objetos que ilustra su extensa obra y sus diferentes colaboraciones con otros grupos. En esta introducción los objetos nos acercan a temas que se trataran en la exposición. Podemos encontrar folletos, fancines, posters, textos… En dos grandes urnas en el centro de la estancia y a través de los poster que adornan una de la pared podemos ver la evolución de la banda. A la derecha podemos ver una muestra con los carteles de las colaboraciones de la banda además de con una mesa donde disponemos de los libros que se pueden consultar sobre Sonic Youth. A la izquierda una proyección y todas las portadas de los discos de la banda.
En las escaleras de la izquierda por las que debemos subir nos encontramos con las guitarras usadas por los artistas. Además por todos los tramos de escaleras que separan los tres pisos de diferencia vamos a encontrar las fotografías que les han realizado a los artistas diferentes fotografos como James Welling, Sofia Coppola o Richard Kern.
Sabemos que la exposición ocupa tres pisos el primero, el cuarto y el segundo, como desconocemos el orden decidimos visitar el cuarto tras haber visto el primero. En este piso nos encontramos con una mezcla de arte audiovisual además de las diferentes obras que se nos muestran en la forma habitual de cuadros. Dentro de las diferencias de los autores encontramos dibujos a plumilla y sanguina, encontramos fotografías retocadas y collage o incluso escultura como en el caso de la K gigante (La gran K de Kathy Temin).
Dentro de esto piso encontramos diferentes estaciones en las que podemos ver actuaciones y performance del grupo. Uno de los mayores problemas viene dado por la extraña composición del edificio. Nos hemos encontrado que una de las obras de Lee Renaldo, en concreto la Titulada Multitud China ubicada en uno de los pasillos posteriores en los que solo nos encontramos dos puertas de emergencia.
Al bajar al segundo piso vemos que lo expuesto es mucho más participativo nos llama, la atención ver que hay una carpa en la que se puede entrar a tocar los instrumentos. Nosotros hemos elegido un domingo así que nos quedamos con las ganas, pero podemos volver el lunes. Otra de las cosas que nos llama la atención de este piso es la forma de colocar las obras en la pared como si se tratase de un collage. Y lo que más nos interesa es la pequeña habitación de dos puertas en la que podemos entrar a pisar un montón de discos esparcidos por el suelo. Esta obra sin titulo de Christian Marclay nos hace reaccionar de forma extraña. Al principio inseguros no entramos, pero después pisamos los discos sin miedo y es toda una sensación la de pisar objetos que por norma general hemos de cuidar.
Al final esta exposición te deja un sabor de no haber acabado. Tras cerca de tres horas de paseo salimos con la sensación de que nos habiamos dejado cosas sin ver o sin entender. Aún así es una exposición muy visual e interactiva en la que se reflejan los principales problemas y preocupaciones de la sociedad sexo, política y revolución se mezclan entre garabatos y elementos cotidianos para darnos la visión del mundo de la banda. Estos jovenes artistas parecen haber conectado plenamente con la sociedad entre la que se mueven sea de la zona o de la época que sean.
Llegamos andando al museo ubicado en la calle Constitución de Móstoles, en pleno centro. Una calle bien comunicada y que el día de la inauguaración vió a más modernos de los que se ven en Madrid cada fin de semana. Hoy podemos ver en la antesala una pantalla con el momento de la inaugiración de la exposición. Después desde que ponemos el pie en la exposición podemos ver muestras, empezando por los baules en los que los músicos transportan sus instrumentos.
La exposición comienza con una selección de objetos que ilustra su extensa obra y sus diferentes colaboraciones con otros grupos. En esta introducción los objetos nos acercan a temas que se trataran en la exposición. Podemos encontrar folletos, fancines, posters, textos… En dos grandes urnas en el centro de la estancia y a través de los poster que adornan una de la pared podemos ver la evolución de la banda. A la derecha podemos ver una muestra con los carteles de las colaboraciones de la banda además de con una mesa donde disponemos de los libros que se pueden consultar sobre Sonic Youth. A la izquierda una proyección y todas las portadas de los discos de la banda.
En las escaleras de la izquierda por las que debemos subir nos encontramos con las guitarras usadas por los artistas. Además por todos los tramos de escaleras que separan los tres pisos de diferencia vamos a encontrar las fotografías que les han realizado a los artistas diferentes fotografos como James Welling, Sofia Coppola o Richard Kern.
Sabemos que la exposición ocupa tres pisos el primero, el cuarto y el segundo, como desconocemos el orden decidimos visitar el cuarto tras haber visto el primero. En este piso nos encontramos con una mezcla de arte audiovisual además de las diferentes obras que se nos muestran en la forma habitual de cuadros. Dentro de las diferencias de los autores encontramos dibujos a plumilla y sanguina, encontramos fotografías retocadas y collage o incluso escultura como en el caso de la K gigante (La gran K de Kathy Temin).
Dentro de esto piso encontramos diferentes estaciones en las que podemos ver actuaciones y performance del grupo. Uno de los mayores problemas viene dado por la extraña composición del edificio. Nos hemos encontrado que una de las obras de Lee Renaldo, en concreto la Titulada Multitud China ubicada en uno de los pasillos posteriores en los que solo nos encontramos dos puertas de emergencia.
Al bajar al segundo piso vemos que lo expuesto es mucho más participativo nos llama, la atención ver que hay una carpa en la que se puede entrar a tocar los instrumentos. Nosotros hemos elegido un domingo así que nos quedamos con las ganas, pero podemos volver el lunes. Otra de las cosas que nos llama la atención de este piso es la forma de colocar las obras en la pared como si se tratase de un collage. Y lo que más nos interesa es la pequeña habitación de dos puertas en la que podemos entrar a pisar un montón de discos esparcidos por el suelo. Esta obra sin titulo de Christian Marclay nos hace reaccionar de forma extraña. Al principio inseguros no entramos, pero después pisamos los discos sin miedo y es toda una sensación la de pisar objetos que por norma general hemos de cuidar.
Al final esta exposición te deja un sabor de no haber acabado. Tras cerca de tres horas de paseo salimos con la sensación de que nos habiamos dejado cosas sin ver o sin entender. Aún así es una exposición muy visual e interactiva en la que se reflejan los principales problemas y preocupaciones de la sociedad sexo, política y revolución se mezclan entre garabatos y elementos cotidianos para darnos la visión del mundo de la banda. Estos jovenes artistas parecen haber conectado plenamente con la sociedad entre la que se mueven sea de la zona o de la época que sean.
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Se hacen llamar ‘A Rajatabla’. El grupo está formado por un batería, un guitarrista y un bajista. Los dos últimos se intercambian también el papel de cantante, Uno de los jóvenes es de Zaragoza, mientras que sus compañeros son sorianos. Los tres están terminando segundo de bachillerato.
Interpretan música rock, aunque no tienen un estilo definido y se basan tanto en grupos punk españoles, como en bandas internacionales de diferentes estilos, tales como U2 o Blur. De hecho, a veces incluso se animan a tocar breves fragmentos de canciones de Dire Straits.
Sus actuaciones tienen lugar en la sala de ensayo del Centro Joven de la capital y su público es todavía escaso, aunque es incondicional del grupo. Normalmente no hay apenas gente en la sala mientras los miembros de ‘A Rajatabla’ hacen su música rock, aunque en una ocasión llegaron a congregarse unas 20 personas en la pequeña sala para ver su actuación.
Todo comienza los sábados a las 11 de la mañana. Los primeros en llegar son siempre el bajista junto con el guitarrista. Durante el tiempo que están solos, los dos amigos regulan la potencia de los amplificadores y afinan sus instrumentos mientras charlan sobre cuáles serán las canciones que interpretarán.
Algo más tarde llega el batería, al que se le perdona el retraso por el desbordado entusiasmo con el que entra en la sala agitando sus baquetas. Una vez que están todos juntos da comienzo el ensayo. No son, desde luego, virtuosos de la música, aunque la ilusión no les falta y se esfuerzan al máximo para poder seguir mejorando, algo que notan los que les llevan viendo ensayar desde que empezaron.
En torno a las 12 de la mañana aparecen en la sala cinco personas, tres chicas y dos chicos. El público varía de un día a otro, pero estos cinco jóvenes siempre acompañan al grupo ‘A Rajatabla’. “Necesitan a sus fans para animarse a tocar”, explica Mónica Gómez, una de las espectadoras.
“Tenemos hechas un par de canciones y lo que queremos es poder grabarlas en un estudio”, apunta Mario Antón, el guitarrista. Cuando se le pregunta sobre el futuro, Mario responde que “ya se verá, pero nos encantaría poder dedicarnos a esto de forma profesional. Es muy complicado, pero por ganas e ilusión no nos gana nadie”.
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Interpretan música rock, aunque no tienen un estilo definido y se basan tanto en grupos punk españoles, como en bandas internacionales de diferentes estilos, tales como U2 o Blur. De hecho, a veces incluso se animan a tocar breves fragmentos de canciones de Dire Straits.
Sus actuaciones tienen lugar en la sala de ensayo del Centro Joven de la capital y su público es todavía escaso, aunque es incondicional del grupo. Normalmente no hay apenas gente en la sala mientras los miembros de ‘A Rajatabla’ hacen su música rock, aunque en una ocasión llegaron a congregarse unas 20 personas en la pequeña sala para ver su actuación.
Todo comienza los sábados a las 11 de la mañana. Los primeros en llegar son siempre el bajista junto con el guitarrista. Durante el tiempo que están solos, los dos amigos regulan la potencia de los amplificadores y afinan sus instrumentos mientras charlan sobre cuáles serán las canciones que interpretarán.
Algo más tarde llega el batería, al que se le perdona el retraso por el desbordado entusiasmo con el que entra en la sala agitando sus baquetas. Una vez que están todos juntos da comienzo el ensayo. No son, desde luego, virtuosos de la música, aunque la ilusión no les falta y se esfuerzan al máximo para poder seguir mejorando, algo que notan los que les llevan viendo ensayar desde que empezaron.
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