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De malos a románticos

miércoles, 5 de mayo de 2010 by Daughter of the Night

Los colmillos están de moda. Películas, series de televisión atestan a jóvenes (y mayores) con argumentos amorosos. Pero estos fenómenos nacieron de mentes literarias. Crepúsculo, crónicas vampíricas… las librerías se están llenando de seres nocturnos, inmortales que desean sangre. Pero los vampiros no siempre han sido jóvenes adolescentes, enamoradizos y pastelosos.

El principio de todo fue una novela escrita en 1819 por Polidori llamada The Vampyre; fue la primera vez que un vampiro aparecía en un libro. Pero sin duda alguna la obra maestra de despegó esta figura fue Drácula de Bram Stoker, publicada en 1897. Esta novela ha dado pie a numerosas adaptaciones en cine, teatro y hasta cómics. Hay autores que afirman que Stoker se reunió con un erudito húngaro que le contaba historias del verdadero Drácula. El personaje de esta obra fue inspirado en un personaje real e histórico llamado Vlad III Draculea, un príncipe rumano. Con esta publicación, la figura del vampiro se convierte en un elemento importante de la literatura de terror.

Con el cambio de siglo se siguen escribiendo este tipo de historietas que tanto gustan a la gente. En 1975 sale a la venta El misterio de Salem’s Lot de Stephen King, un autor de referencia en la literatura de terror. En esta obra se muestra unos paralelismos con Drácula, añadiendo una lúgubre mansión. Desde 1975 y 2003 se publican una serie de relatos cortos escritos por Anne Rice que llevan el título de Las crónicas Vampíricas, con novelas tan conocidas como Entrevista con el Vampiro o La Reina de los Condenados. En todas sus historias el protagonista es el vampiro Lestat de Lioncourt.

Ya en el siglo XXI, la novela vampírica comienza a añadir nuevos elementos. Se incluye la comedia y parodia, por ejemplo en la saga de Sookie Stackhouse de Charlaine Harris, que actualmente se ha adaptado en una serie de televisión con el nombre de True Blood. En estos libros se cuenta la historia en primera persona de Sookie, una camarera que utiliza la telepatía y se enamora de un vampiro en una sociedad donde se intenta poner paz entre la convivencia de seres humanos y los no muertos.

Pero lo que de verdad está inundando las librerías son novelas juveniles de vampiros. Casi nadie del planeta es ajeno al fenómeno Crepúsculo. Esta saga de cuatro libros (Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer) fue escrita por Stephenie Meyer. En los libros se cuenta la historia de la adolescente Bella Swan, que se acaba de mudar a Forks y se enamora de Edward Cullen, un vampiro. Se forma un trío amoroso con la aparición de Jacob, un amigo de la infancia de Bella que en realidad es un hombre lobo. Además de esto libros, Meyer estaba escribiendo Sol de Medianoche, que es la misma historia de Crepúsculo narrada desde la perspectiva de Edward. Pero esta obra se ha paralizado ya que se filtró en internet los primeros 12 capítulos. En abril se publicó otro libro: La segunda vida de Bree Tanner. En él se narra la vida de los vampiros desde el lado más oscuro a través de la vampiresa Bree (que aparece brevemente en Eclipse). Con el estreno de las dos primeras películas en cine, el fenómeno Crepúsculo ha hecho que se disparen las ventas de estos libros gracias a enfebrecidas adolescentes y no tan jóvenes fans.

Pero esta no es la única saga de vampiros juveniles. Darren Shan ha escrito una serie de 12 libros juveniles sobre las aventuras de un niño que habita en un mundo de vampiros. Otra autora encerrada en sus novelas juveniles es Claudia Gray que ha creado otro mundo con sus libros: Medianoche, Adicción y Despedida (a la venta a partir del 21 de mayo). En sus libros cuenta las aventuras y desventuras de Bianca, un adolescente vampiro, se enamora de Lucas, un joven que se dedica a cazar vampiros. Lisa Jane Smith también se ha hecho famosa gracias a la adaptación de su saga en una serie. The Vampire Diares (Crónicas vampíricas) son una serie de 7 libros contando la historia de Elena, una joven enamorada de dos vampiros que son hermanos, uno bueno (Stefan) y otro malo (Damon).

La literatura convencional no es la única que ha sido mordida por estos chupasangre, los comics también han incluido ha estos seres en sus historias. Dance in the vampire bund, Trinity Blood o Vampire Hunter D son algunos de los títulos con vampiros de serie. Pero hay dos obras que sobresalen sobre el resto. La primera es Hellsing, un manga escrito e ilustrado por Kōta Hirano. La historia se centra en la Orden de Caballeros Protestantes Reales que son los últimos miembros descendientes de Abraham Van Helsing y deben proteger a la reina y las fronteras de su país. La otra obra es la de Vampire Knight (el caballero vampiro) escrita por Matsuri Hino. En ella se narra la vida de Yuki, una joven que perdió a sus padres tras ser atacados por un vampiro y que fue salvada por otro: Kuran Kaname. Tras ser rescatada es llevada a un colegio donde hay dos turnos: uno diurno para todos los alumnos y otro nocturno para mantener ocultos a los adolescentes vampiros.

Hay donde elegir, quien diga que no conoce nada sobre los vampiros ya puede ir poniéndose al día pero o se va a los clásico o acaba con dolor de cabeza. Es inevitable leer algo de Crepúsculo sin tener en la cabeza miles de adolescentes gritando desesperadas. La historia ha cambiado mucho: mientras antes existía un Drácula malvado y sanguinario, ahora sus descendientes son unos jóvenes atractivos paliduchos (aunque algunos brillan como un Gusiluz) que pierden la cabeza por una simple mortal… aunque a lo mejor las chicas no salimos perdiendo tanto con el cambio.

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