Espectacular sí, pero sin intensidad

No se llenó la plaza para ver el concurso de recortadores. El sol hizo que la temperatura fuera muy agradable y los espectadores pudieron concentrarse por completo en lo que sucedía en el ruedo. Y lo que sucedía en la arena era un espectáculo impresionante, pero que resultaba demasiado monótono y sin intensidad. No es que los concursantes no se esforzaran, pero desde luego no llegaron a conectar con el público.

El ambiente de la grada no era el más animado y eso restó fuerza a los saltos de los recortadores. Además, muchos de los participantes repetían el mismo gesto técnico para esquivar al toro, y aunque resultaba llamativo la primera vez no despertaba el mismo interés en el resto de ocasiones.

Es de justicia reconocer a los concursantes que trataron de levantar el ánimo de la grada saltando por encima del astado y realizando piruetas para caer de nuevo de pie. El nivel de todos ellos era muy alto. Pero en las gradas reinaba un ambiente más propio de un velatorio y eso deslució mucho el espectáculo.

Los toros tampoco eran precisamente los más bravos. Comenzaban con fuerza, pero acaban también sumidos en el aburrimiento general que se respiraba en la plaza. En definitiva, los concursantes le pusieron voluntad, pero en el espectáculo faltó algo más de fuerza.