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La Gran Vía cumple su centenario entre fachada y fachada

lunes, 12 de abril de 2010 by Anónimo

Arquitectura clásica, barroca, e incluso pop art se mezclan en apenas un kilómetro y medio de avenida. La Gran Vía ha cumplido 100 años entre fachadas, locales, y caminantes. Para celebrarlo no hay nada mejor que pasear por esta calle y descubrir todos los secretos que alberga.

Fuente: El Pintor de Estigia

La
Gran Vía es una de las obras urbanísticas más importantes del Madrid del siglo XIX, pero antes de comenzar a recorrerla es necesario conocer sus orígenes y remontarse al año de su nacimiento. Todo comenzó con la elaboración de un proyecto a finales de 1890 para poder disminuir las aglomeraciones de carruajes que la Puerta del Sol sufría diariamente. Finalmente, su construcción comenzó en 1910 a manos de los arquitectos municipales José López Sallaberry y Francisco Octavio Palacios se iniciaron las obras para construir la Gran Vía.

El rey Alfonso XIII, junto a José Canalejas, presidente del Consejo de Ministros, permitieron el derribo de más de 300 edificios para comenzar las obras. Las demoliciones tuvieron lugar hasta 1927 y se dividieron en tres fases, con las que la avenida quedó dividida en tres tramos: el primero desde la unión con la calle Alcalá hasta la Red de San Luis, el ensanchamiento final de la calle Montera, el segundo desde Montera hasta la plaza de Callao, y el último de Callao hasta la Plaza de España.

La Gran Vía no es únicamente historia y recuerdos. Su tercer tramo es conocido como el Broadway español. Ha albergado un total de 15 cines, algunos de ellos siguen en pie como el Cine Callao, y otros en cambio han desaparecido como los Cines Rex o los Cines Luchana. La caída de las salas cinematográficas dio paso a la aparición de teatros, de ahí su asimilación con la famosa calle neoyorquina. Y por ello la primera parada del recorrido es en el Teatro Coliseum. Este edificio, que se encuentra en el número 78 de la Gran Vía, fue construido de 1931 a 1933 por los arquitectos Pedro Muguruza y Casto Fernández. De inspiración estadounidense, su fachada está escalonada, un rasgo característico de los rascacielos Art Decó, muy populares durante los años 20 y 30 en Estados Unidos. Durante unos años funcionó como un cine, hasta que en el 2000 debido al auge de los musicales, volvió a trasformarse en un teatro.

Los cines forman parte de la vida de la Gran Vía. Son muy famosas las carteleras pintadas que anuncian los estrenos cinematográficos. Fuente: El pintor de Estigia




Esta calle ha dado grandes momentos al séptimo arte, sólo hay que recordar películas como
Abre los Ojos, en donde un joven Eduardo Noriega caminaba por una solitaria Gran Vía, o El día de la bestia, de Alex de la Iglesia, que inmortalizó el luminoso del edificio Capitol en el número 41. Edificado entre 1931 y 1933 por los arquitectos Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced, se le conocía por el edificio Carrión, pues fue Enrique Carrión, marqués de Nelín, quién promovió su construcción.Desde 1977 es Bien de Interés Cultural. Su fachada, decorada con una mezcla de expresionismo y art decó, otorgó una de las imágenes más modernas de los años 30 en Madrid. Se proyectó como una obra plurifuncional en donde se integraban oficinas, salas de baile, hoteles, apartamentos, además de una sala de cine que actualmente sigue funcionando.


Fachada del edificio Capitol en Gran Vía. Fuente: El pintor de Estigia

El edificio Capitol se ubica cerca de la plaza de Callao, en donde se inicia el segundo tramo de la Gran Vía. En esta parte de la avenida se ubican inolvidables locales como Doña Manolita, en el número 31, que intenta repartir fortuna cada navidad o La Casa del Libro en el portal 29. Es la librería más grande de Madrid, fundada en 1923, en su fachada cuelga un reloj en recuerdo de la Unión Relojera que anteriormente se encontraba en este número de la Gran Vía. A parte de los comercios hay que recordar edificios como El Palacio de la Música. Construido entre 1924 y 1926, en el número 35, por Secundino Zuazo, forma un edificio muy particular al mezclar elementos clásicos en su fachada, como las columnas y los arcos, con un interior barroco inspirado en el Hospital de la Caridad de Sevilla. Si se camina desde el Palacio de la Música en dirección a la calle Montera, descubrirán uno de los edificios más altos de Madrid. En el número 28, con una altura de 81 metros se alza el edificio Telefónica. Su fecha de creación data de 1926 a 1929 por el arquitecto Ignacio Cárdenas Pastor. A día de hoy ocupa el puesto 16 dentro de los edificios más altos de la capital. Durante la Guerra Civil sufrió algunos bombardeos pues albergaba el centro de comunicaciones de la República con el exterior, tras estos acontecimientos su arquitecto Cárdenas manifestó, “Han dañado la piel del coloso, pero no conseguirán derribarlo”.


A la izquierda el reloj que conmemora la Unión Relojera en la fachada de La Casa del Libro. En la derecha el Palacio de la Música. Fuente: El pintor de Estigia.

La música, los cines y el arte en general forma parte de esta centenaria vía. Por eso no es de extrañar que cada día paseen por ella más de 13.000 personas, muchos de ellos visitantes extranjeros. El turismo que genera la Gran Vía no es desconocido, sólo hay que observar los más de 40 hoteles que pueden verse a lo largo de la avenida. Uno de ellos es el Hotel Senador, en el número 70. Obra de Juan Pan da Torre e inaugurado en 1946, este hotel albergó el cine Pompeya, del que actualmente se mantienen las bóvedas y los frescos en lo que es ahora un teatro de cabaré. Pero no es el único hotel emblemático de la Gran Vía, en el número 38 se ubica el Hotel Atlántico de 1922. Su fachada mezcla un estilo ecléptico de influencia francesa con elementos clásicos del torreón. Aunque este edificio comenzó siendo un bloque de viviendas, actualmente es uno de los hoteles más antiguos y admirados de esta calle.

Para terminar este recorrido hay que ubicarse en la esquina entre la Calle Alcalá y Gran Vía, pero en el año 1905. En esta fecha, la compañía de seguros La Unión y el Fénix convocó un concurso para elegir que arquitecto construiría el edificio de su nueva sede en Madrid. Los ganadores fueron los franceses Jules y Raymond Fevrier. Las obras del nuevo edificio se iniciaron en 1907 e hizo falta derribar la “Casa del Ataúd”, denominada así por sus estrechas dimensiones. Finalmente el 21 de enero de 1911, este inmueble abrió sus puertas. Sesenta y siete años después, en 1972, este emblemático edificio será adquirido por la compañía Metrópolis, de aquí su actual nombre. De inspiración francesa, el edificio Metrópolis se alza a una altura de 46 metros y consta de seis plantas y dos sótanos. Su fachada está adornada por once grupos escultóricos, el más destacado se encuentra en el piso superior donde se encuentran las figuras alegóricas de la Minería, el Comercio, la Agricultura y la Industria. Su torre circular se remata con una cúpula de pizarra con incrustaciones doradas. En sus orígenes, la cúpula se decoraba con un Ave Fénix, símbolo de los anteriores dueños del edificio, pero al ser adquirido por Metrópolis la figura se cambió por una Victoria Alada de Federico Coullaut Valera. Este edificio es uno de los iconos de la Gran Vía, y para que su bella decoración pueda verse, incluso bajo la luz de la luna, su fachada se ilumina cada noche con un total de 205 proyectores.


Vista del edificio Metropolis desde varios puntos de vista. Fuente: el pintor de Estigia







Hicieron falta derribar más de 140.000 metros cuadrados para construir esta histórica vía. Cada día circulan por ella cerca de 56.650 coches y 185 autobuses. Ha cumplido cien años, es un icono de Madrid y de los madrileños. Algunos de los proyecto futuros que se presentan para esta avenida es la creación de un túnel subterráneo para convertirla en peatonal, pero hasta que este proyecto se apruebe sólo nos queda felicitarla e imaginar como será la Gran Vía dentro de 100 años más.


Este es el trailer del cortometraje español Cíclope. En él aparece la imagen de lo que podría ser la futura Gran Vía.

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